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Lynn Margulis (1938-2011) |
Hace unos días nos dejaba una de las científicas más influyentes de las últimas décadas, la bióloga Lynn Margulis, que jovencísima (en 1967) publicaba la teoría de la endosimbiosis en serie (siglas en inglés SET: «serial endosymbiotic theory»).
Con esta teoría Margulis explicaba el origen de las células eucariotas (con núcleo diferenciado) a partir de fusiones previas de organismos procariotas (bacterias, sin núcleo diferenciado).
Como otras grandes contribuciones a la ciencia, la teoría SET no procede de la inspiración divina. La creatividad juega un papel importante, pero la inspiración surge a partir de la reflexión sobre los resultados previos de otros cientificos. Y es ésa combinación de creatividad y formación intelectual la que hace posible ensamblar las piezas del «puzzle» bajo un nuevo enfoque, y formular una teoría general aplicable a numerosos ámbitos.
Y en eso consiste precisamente la aportación de grandes científicos como Margulis:
abrir nuevos terrenos «cultivables» para el avance de la ciencia en generaciones futuras.
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Symsagittifera roscoffensis.
© Wilfrid Thomas, Station Biologique de Roscoff |
Hablar de endosimbiosis es hablar de las microalgas. Todas (las eucariotas!!) proceden de una célula eucariota primigenia que incorporó una bacteria fotosintética (cianobacteria), con la cual consiguió nuevas capacidades (fotosíntesis) para mejorar su «competitividad».
Así pues, la endosimbiosis es un mecanismo evolutivo crucial para la creación de nuevas especies, denominado simbiogénesis. De ahí el título de esta entrada: 2 procariotas no dieron lugar a un procariota más grande, sino algo totalmente distinto…!!
En el medio marino tenemos ejemplos curiosos de simbiosis «animal-vegetal» que pueden llevar algún día a una «unión estable» en una nueva especie tal como sucede en las microalgas. Por ejemplo, el gusano marino Symsagittifera roscoffensis, cuyo color verde se debe a las microalgas del género Tetraselmis que «cultiva» en su interior.
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«Juvenil» de Elysia chlorotica
sobre filamentos de Vaucheria litorea
(Rumpho et al. 2008) |
Sin embargo, el primer caso en el cual se demostró un paso más allá, la integración de genes fotosintéticos en el ADN de un animal, lo encontramos en la «babosa de mar» Elysia.
Concretamente se estudió en Elysia chlorotica, un «animal fotosintético» que es capaz de mantener hasta 8 meses los cloroplastos del alga Vaucheria litorea gracias a esta forma «avanzada» de simbiosis.
En la península ibérica podemos encontrar otras especies, como Elysia timida, que se alimenta y «roba» los cloroplastos de la macroalga Acetabularia acetabulum.
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Aplysia en la playa de la Barbeira (Baiona).
Autor: Alvaro Alvarez Jurado |
Elysia es un molusco gasterópodo, emparentado a su vez con las «liebres de mar» del género Aplysia, que pueden alcanzar un tamaño mucho mayor y que simplemente «pastan» sobre las algas sin más oficio ni beneficio.
Pero quién sabe!, quizás algún día Elysia le cuente su secreto a Aplysia y ésta se lo pensará dos veces antes de zamparse enterita a su alga…!!
Referencias:
-Jesus, B., Ventura P., Calado G. Behaviour and a functional xanthophyll cycle enhance photo-regulation mechanisms in the solar-powered sea slug Elysia timida (Risso, 1818). J. Exp. Mar. Biol. Ecol. 395: 98-105 (2010).
-Margulis L. Serial endosymbiotic theory (SET) and composite individuality. Microbiology Today 31:172-174 (2004).
-Mujer C.V., et al. Chloroplast genes are expressed during intracellular symbiotic association of Vaucheria litorea plastids with the sea slug Elysia chlorotica. PNAS 93:12333-12338 (1996).
-Rumpho M.E., et al. Horizontal gene transfer of the algal nuclear gene PsbO to the photosynthetic sea slug Elysia chlorotica. PNAS 105:17867-871 (2008).
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