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Un estanque verde en Castrelos

¿Nos vemos en O Cafeciño de Eloy? Si os interesa Verne no os la perdáis.

Hoy tampoco retomo la saga de Verne: me ofrecieron repetir la charla el próximo 5 de julio en «O Cafeciño de Eloy» en Ramallosa (Nigrán) y prefiero mantener algunos secretos hasta ese día.

En su lugar les contaré un hecho curioso o «vivécdota» como diría Andreu Buenafuente. El 29 de mayo por la mañana llamaron desde parques y jardines del Ayuntamiento de Vigo a mi colega José Luis Garrido (IIM-CSIC). Por lo visto había un bloom de microalgas en un estanque del parque de Castrelos.

A media tarde, mientras mi gato se desperezaba de la siesta, recordé el asunto del bloom. ¿Pero en qué estaba pensando? Cogí una mochila con la cámara de fotos, una botellita de agua mineral y salí rumbo a Castrelos.

Este pillín, residente del estanque grande de Castrelos, se acercó a la cámara pero su interés era otro. Autor: F. Rodríguez

Vigo es famoso por sus cuestas y el parque de Castrelos no es una excepción: parte de sus 24 hectáreas discurren en ligera pendiente desde el Pazo-Museo Quiñones de León hasta la ribera del Lagares.

Es el mayor parque de la ciudad y en su zona inferior hay un estanque dominado por una fuente y sobre todo muchos patos. Supuse que allí se encontraría el bloom, pero no había ni rastro de él.

Así que remonté la pendiente con la vista puesta en las paredes de piedra que delimitan los terrenos del Pazo.

Es una visita obligada en Vigo y el Ayuntamiento de la ciudad ofrecerá en sus jardines la recepción de bienvenida a los participantes del IV Simposio Internacional de Ciencias del Mar (ISMS) el próximo miércoles 20 («Medio millar de científicos marinos de 14 países se reúnen en Vigo». Faro de Vigo, 16-VI-2018)

El Pazo Quiñones de León y sus jardines. Autor: F. Rodríguez

Durante el ISMS 2018 se celebrarán otros congresos relacionados con la investigación marina: EOF, ISC, SIQUIMAR y REDIBAL.

Congresos del ISMS 2018. Fuente: Facebook ISMS 

En este último, la Reunión Ibérica de Fitoplancton Tóxico, participamos como comité organizador varios investigadores del IEO de Vigo. Estos congresos no son abiertos al público y solo podrán acceder al Palacio de Congresos Mar de Vigo las personas registradas en el ISMS.

Sin embargo, de forma gratuita y abierta al público se celebrarán una mesa debate sobre «A muller e as Ciencias do Mar» (21 de junio, 19:00-20:00, promovida por DIVULGACCION), y el Workshop Cíes (22 de junio por la mañana) con motivo de la propuesta de la candidatura de las islas Cíes como Patrimonio Mundial UNESCO. La agenda completa está disponible en la web ISMS 2018.

Volvamos al Pazo

Estanque en el jardín inglés, con el bloom verde (29 de mayo 2018). Autor: F. Rodríguez

Una verja metálica permite acceder al edificio y sus jardines, dispuestos en varias terrazas horizontales. La inferior se conoce como el jardín inglés y allí se encuentra el estanque que buscaba.

¿Estaría allí el bloom? Sí, una espuma verde cubría más de la mitad de la superficie!

Recogí una muestra de agua con la botella y al día siguiente en el laboratorio tomé varias imágenes al microscopio y los siguientes vídeos a 100 y 400 aumentos respectivamente.

Las clorofíceas del estanque de Castrelos a 400X. Autor: F. Rodríguez

En los vídeos se observan tres tipos de células: cocoides inmóviles, ovoides móviles que recuerdan a Chlamydomonas, y colonias que deben pertenecer a otro/s género/s de clorofíceas de agua dulce dado que Chlamydomonas no forma colonias.

El 30 de mayo, mientras tomaba estas imágenes, me llamó Dolores Bernárdez (directora del Laboratorio Municipal), para comentarme la historia del bloom. Le envié las fotos y vídeos que acaban de ver y le comuniqué que no se trataba de una proliferación tóxica sino de algas verdes.

Si alguno de ustedes es experto en microalgas de agua dulce le agradecería que enviase sus comentarios sobre las imágenes y vídeos del bloom. En nuestro caso, para identificar las especies formadoras del bloom, recogí muestras para análisis de pigmentos fotosintéticos y marcadores genéticos.

Análisis de pigmentos mediante HPLC del alga verde de Castrelos. Autor: JL Garrido (IIM-CSIC).

¿Y cuáles fueron los resultados?

Las secuencias de marcadores genéticos no las conseguí, pero sí los pigmentos. En concreto José Luis Garrido, que los analizó días después en el IIM-CSIC y me envió el siguiente cromatograma con un perfil típico de algas verdes (clorofíceas).

Con estos resultados no es posible dar el nombre de ninguna de las especies implicadas, solamente que se trataba de algas verdes.

Estos organismos de agua dulce no producen toxinas, a diferencia de las cianobacterias, así que no hay motivos serios de preocupación por su proliferación.

Zoom de las clorofíceas del estanque, sobre una imagen a 400X, donde se aprecian células individuales y coloniales. Autor: F. Rodríguez

Si la frecuencia de los blooms es cada vez mayor puede que el estanque esté eutrofizándose (exceso de nutrientes) y habría que tomar medidas para devolverlo a un estado de equilibrio.

Esas medidas pasan por reducir los niveles de nutrientes en el estanque, que se acumulan y reciclan en el agua y en el fondo, disparando el crecimiento de las algas en condiciones favorables de luz y temperatura.

Una forma de luchar contra estos blooms es favorecer la renovación del agua en el estanque y recuperar el equilibrio del ecosistema acuático introduciendo, por ejemplo, plantas que compitan con las algas por los nutrientes y la luz…como los nenúfares.

Nenúfar y ranita de Castrelos. Autor: F. Rodríguez

 

Lo verde empieza en los Pirineos

Esta es a rúa das ostras, uno de los símbolos de Vigo. En ella desde hace un siglo se ofrecen ostras frescas en los puestos de las ostreiras. Es una actividad enfocada al turismo y en el puesto de piedra de «La Marina» (el restaurante de la derecha) me comentaron que los italianos son quienes más las aprecian.

Pregunté al ostreiro por la ración mínima,
que era de 6. Pensaba en probar alguna a cambio de hacer fotos del puesto, pero tuve suerte y me invitó a usar la cámara sin pasar por el trago !!
En ese momento empezaba a abrir una caja para preparar un plato de 12 que todo hay que decir:
cheiraba muy bien…un agradable olor a mar.
La ostra que presentaban en «La Marina» es la ostra plana europea (Ostrea edulis).
Se trata de la especie autóctona en Galicia, más apreciada que la ostra japonesa (Crassostrea gigas). Proceden de acuicultura y en concreto éstas eran de Cambados (ría de Arousa). Las ostras se importan y engordan en jaulas y cuerdas en bateas (rías de Vigo y Arousa) o en cultivos intermareales (Ribadeo).
En Galicia ya no existen
casi poblaciones naturales.
La explotación incontrolada y los parásitos como Marteilia Bonamia redujeron la ostra plana a su mínima expresión. Los intentos de repoblar con Ostrea edulis francesa fueron desastrosos. Así que para mantener la industria de la ostricultura se permitió el cultivo experimental de ostra japonesa en 1991, más resistente a las enfermedades y de mayor crecimiento.
Estas propiedades hacen que la ostra japonesa cope el mercado mundial (más del 90% de la producción). En Francia, donde existe gran tradición y una industria ostrícola muy importante, también tuvieron lo suyo.
En la bahía de Arcachon se iniciaron los cultivos a gran escala de ostra plana a mediados del s.XIX.

Vista exterior de la bahía de Arcachon. Fuente: http://www.agence-nautique.com

Sucesivas plagas arrasaron en Francia las poblaciones primero de O. edulis y luego de Crassostrea angulata (ostra portuguesa). Pero en los años 70′ se introdujo con éxito el cultivo de la ostra japonesa.

Una ostra «Fine de claire Verte».
Las ostras verdes se mantienen un mínimo
de 28 días en las lagunas.
Fuente: AnnikaPanika

En la región de Marennes-Oléron se cultivan ostras en condiciones muy especiales para que adquieran este color verde !! Famosas desde hace siglos, las ostras verdes de esta región ya se las ponían en la mesa a Luis XIV.

Fuente: AnnikaPanika

Las ostras de Marennes-Oléron tienen denominación de origen. Cuando las semillas alcanzan 3-4 milímetros se engordan durante 2 años en mar abierto en sacos y soportes metálicos como los de la imagen. Luego se llevan para su affinage (afinado) a unas antiguas salinas (claires) que hoy ocupan más de 3.000 hectáreas entre el río Seudre y la isla de Oléron. Pero más valen imágenes para describirlo y en este enlace pueden ver el aspecto de la región y las fases del cultivo de ostras de Marennes-Oléron.

Y ahora llegamos al asunto que nos incumbe en este blog ¿por qué son verdes?
Gracias a la diatomea Haslea ostrearia, que crece en las lagunas y fabrica un pigmento azul, marenina, soluble en agua y bautizado así precisamente por la región de Marennes. Las ostras son filtradoras y absorben la marenina de Haslea tanto del plancton como disuelta en el agua, acumulándola en branquias y palpos labiales. Las ostras no son azules porque en medio alcalino la marenina se vuelve verde…!!

Haslea ostrearia.
Fuente: Universidad de Marburg (Alemania).

Las proliferaciones de Haslea en las lagunas son impredecibles, así que las ostras verdes son muy apreciadas y alcanzan un precio hasta 20% superior a sus congéneres «paliduchas».

Haslea acumula marenina en los extremos de la célula. Su naturaleza no se conoce con exactitud: se llegó a pensar en un derivado de la clorofila pero Pouvreau y col. (2006) demostraron que podría tratarse de un compuesto polifenólico.

Tampoco se conoce la función de la marenina, pero se han descubierto efectos alelopáticos, fotoprotectores y antioxidantes, además de antivirales y bactericidas, que serían beneficiosos tanto para las diatomeas (eliminando competidores del fitoplancton), como para la salud de las ostras.
Sobre si tienen un sabor especial no parece demostrado y debe provocar discusiones animadas !!

Y precisamente una discusión tremenda (lo de de Buen y Sobrino son flechas de amor a su lado), tuvo lugar por culpa de las ostras verdes a comienzos del s.XX entre Camille Sauvageau (el de la Colpomenia peregrina) y el italiano Davide Carazzi.

Benjamin Gaillon.
Fuente: Wikipedia

Benjamin Gaillon administrador de aduanas y botánico amateur descubrió en 1820, con un microscopio rudimentario, que las ostras eran verdes gracias a unos seres microscópicos que llamó Vibrio ostrearia.

Sin embargo, en 1908 Sauvageau dice (trad. del original): «El encuentro fortuito de la diatomea azul en el Mediterráneo llevó a que me documentara sobre el verdeo de las ostras que yo creía conocido a grandes rasgos. Sin embargo, descubrí que la cuestión se había enredado de forma desmedida y que un autor italiano»[…]»afirmaba cosas inexactas sobre la causa del verdeo»[…]»y buscaba a través de insinuaciones malintencionadas desacreditar los experimentos realizados en Francia»[…]»esta clase de alegaciones merecían una rectificación»[…]»gracias a la gran cantidad de documentación disponible pude escribir 128 páginas»[…]»hice llegar este trabajo a la mayor parte de mis colegas habituales por vía de correo internacional»[…]»pensé en enviar un ejemplar a D. Carazzi pero desconocía su dirección»[…]»aunque no dudaba de que algún compatriota suyo informaría a D. Carazzi.»

Sauvageau se refería a la réplica publicada por Carazzi en Nature (1895) con el título «Green oysters«, a un artículo del biólogo inglés E.R. Lankester. Su lectura le cabreó «à plaisir» y para que no quedaran dudas de a quien dirigía su trabajo de 1908 lo tituló así: «El profesor Carazzi de la Universidad de Padua (Italia), las ostras de Marennes y la diatomea azul». Nunca he leído nada parecido y les resumiré esta discusión en la próxima entrada !!


Referencias:

-Gastineau R. Biodiversité, reproduction et phylogénie des diatomées bleues du genre Haslea et valorisation de leurs pigments de type marennine. Tesis doctoral, 328 pp. (2012).
-Icaro A. Cultivo, biología reproductiva y bioquímica de la ostra japonesa (Crassostrea gigas) en la ría de Arousa. 239 pp. (2013).
-Pouvreau J-B y col. Preliminary characterisation of the blue-green pigment “marennine” from the marine tychopelagic diatom Haslea ostrearia (Gaillon/Bory) Simonsen. J. Appl. Phycol.18:757–767 (2006).
-Sauvageau C. Le professeur Carazzi, les huîtres de Marennes et la diatomée bleue. Bordeaux, 23 pp. (1908).
Ciencia Marina y otros asuntos: «Historias de ostras», por Antonio Figueras.