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ICHA18 (Nantes, 2018)

Imagen de portada: macarons ICHA [Autora: @MartinaADoblin]

Maquetas de Vulcanodinium rugosum y Dinophysis acuminata en «La Cité», el centro de eventos donde se celebró ICHA2018. Autor: F. Rodríguez.

Dudaba si escribir o no esta entrada porque otras anteriores sobre conferencias ICHA no despertaron mucha atención. Pero tropezaré 3 veces con la misma piedra porque la Conferencia Internacional sobre Algas Tóxicas es LA REUNIÓN.

En ella se muestran los últimos avances y temas candentes en el estudio de microalgas tóxicas y no puedo despedir el año sin hablar de ella.

El programa de las ICHA es lo más parecido a una «Olimpíada de algas tóxicas» con muchas disciplinas simultáneas. Y aunque no se repartan medallas también hay algunos premios!

Las convoca cada 2 años la ISSHA (International Society for the Study of Harmful Algae), que colabora con el comité organizador en su celebración (p.ej. con becas de viaje para estudiantes) y en la publicación posterior de comunicaciones.

Hall de «La Cité» durante la ICHA2018. Autor: @cilmkt.

La XVIII edición se celebró en Nantes (Francia) entre el 21-26 de octubre 2018 y batió el récord de participación con más de 750 personas de 64 países. El comité organizador estaba formado casi exclusivamente por investigadores del IFREMER, con Philipp Hess a la cabeza.

Los 3 grandes temas considero que fueron [1] ecología (dinámica de poblaciones, biogeografía y efectos del cambio climático), [2] detección de toxinas y [3] estudios «ómicos» (principalmente genómicos y transcriptómicos).

Pero no se asusten: no pretendo levantar acta de 623 contribuciones (entre charlas orales y pósters) agrupadas en 24 temas. Para ello ya está el listado de comunicaciones y resúmenes en ICHA2018. Les hablaré desde mi perspectiva parcial, subjetiva y muy limitada sobre algunos de los trabajos que más me impactaron.

Asistir a todas las charlas con 3 sesiones simultáneas era imposible, te mueves entre salas y aún así cuando los horarios se desplazan no llegas a tiempo…

Un copépodo productor de copepodamidas citado por Lundholm: Centropages hamatus. Giant Microbes lo vende en mini-peluche. Fuente: ZIMNES.

Eso mismo me pasó con una de las presentaciones más atractivas: «Induction of domoic acid production: kinetics and types of grazers and diatom species«, de Nina Lundholm (Museo de Historia Natural de Dinamarca, Copenhage).

Las copepodamidas son lípidos polares producidos por copépodos -es decir, predadores de fitoplancton- descubiertos en 2015 (Selander y col.) como señales químicas inductoras de la producción de toxinas paralizantes en dinoflagelados (Alexandrium minutum).

Se trata de las primeras sustancias identificadas en la interacción entre fitoplancton y zooplancton: las copepodamidas alertan al fitoplancton de la amenaza de los predadores y desencadenan como respuesta defensiva la producción de toxinas. Y Lundholm explicó que también estimulan la producción de toxinas amnésicas (ácido domoico) en diatomeas del género Pseudo-nitzschia.

Alexandrium catenella. Autor: Pablo Salgado.

Los trabajos sobre cianobacterias disfrutaron de un protagonismo mucho mayor que en reuniones pasadas como una charla plenaria de Anna Michalak (Stanford University, EEUU), sobre los blooms de Microcystis en el lago Erie.

También se presentaron numerosos estudios sobre Alexandrium catenella productor de toxinas paralizantes– cuyas proliferaciones anuales en el sur de Chile suponen serios riesgos para la salud pública e impacto socio-económico por sus efectos negativos sobre la extracción y comercialización de productos marinos (marisco y acuicultura).

La lista de investigadores e instituciones implicadas sería muy larga (IFOP, Universidad Austral, de Concepción, de Los Lagos, San Sebastián, laboratorios ministeriales, Plancton Andino, etc) y demuestra el esfuerzo actual dedicado en Chile tanto a esta especie como a otras microalgas nocivas (Dinophysis) e ictiotóxicas (Pseudochattonella y Karenia).

Pero si tengo que mencionar un asunto que centrase la atención me quedo con casi 60 comunicaciones relacionadas con ciguatera, incluyendo la descripción de dos nuevas especies del dinoflagelado causante de dicha intoxicación: Gambierdiscus lewisii y holmesii, de la gran barrera de coral (póster 123; Kretzschmar y col.).

Pez Napoleón (Cheilinus undulatus). Autor: Giusseppe Mazza. Fuente: Mónaco Nature Encyclopedia.

Mireille Chinain (Instituto Louis Malardé (ILM), Papeete, Polinesia francesa), insistió en la importancia de caracterizar la diversidad de especies de Gambierdiscus y sus toxinas para relacionar dicha información con los perfiles de toxinas encontrados en peces ciguatos.

Destacó que algunos ejemplares muestran efectos visibles que reconocen los pescadores y asocian con su toxicidad, como cambios de color (Cheilinus undulatus: verde (ok!), azul-púrpura (ciguato!)), y/o trastornos del comportamiento al nadar. También hemorragias en la cola, que relacionan con los efectos hemolíticos de las toxinas evitando consumir dichos peces.

Chinain también llamó la atención sobre casos recientes de ciguatera no asociados a peces sino con invertebrados: erizos, gasterópodos, pulpos y langostas (Islas Marquesas y Kiribati: Harmful Algal News nº60). Sólo en la Polinesia francesa se declaran 350-500 casos anuales (Clémence Gatti, ILM). Por ello el 100% del personal sanitario ha tratado pacientes con ciguatera alguna vez, y el 45% con personas aquejadas de síntomas crónicos. Casi el 60% de los afectados opta por remedios tradicionales y solo acuden al médico en los casos más graves.

Mero de Cola Luna (Variola louti). Autor: Jacek Madejski. Fuente: Naturalista.

Luc de Haro (Assistance Publique Hôpitaux de Marseille, Marsella, Francia), recordó la siguiente anécdota: la intoxicación por ciguatera en una pareja de turistas franceses en Mauricio en 2010, explicando que se trató de un brote después de una fuerte tormenta tras consumir Variola louti.

Los síntomas remitieron al cabo de 4-7 semanas y les recomendaron evitar el alcohol y peces tropicales.

Pero un año después, disfrutando de vacaciones en Senegal, les ofrecieron pescado en un hotel y aunque al principio se negaron luego les convencieron explicándoles que allí no existía ciguatera.

Pues bien: se intoxicaron otra vez! con un barbudo (Polydactylus quadrifilis). Pero fueron los únicos clientes del hotel que desarrollaron síntomas demostrando que estaban hipersensibilizados. Todavía se desconocen los mecanismos que provocan la resurgencia de ciguatera en pacientes que ya la han contraído.

Las últimas ICHA incluyen una modalidad de charlas breves asociadas a un póster, en las que solo da tiempo a señalar los resultados más interesantes para atraer la atención sobre el trabajo. Y esto fue lo que hizo Ingrid Sassenhagen (Université du Littoral Côte d’Opale, Dunquerque, Francia) de manera simpática. Mostró imágenes de unos parásitos desconocidos que observó en diatomeas y cuando esperábamos que revelase qué eran nos espetó: «si quieren descubrir su identidad visiten el póster 244, gracias!«.

Colonias gigantes de Phaeocystis globosa como las de esta imagen aparecen en las costas de China desde 1997. Fuente: Lu Songhui (2016).

Sobre los métodos de mitigación de proliferaciones tóxicas citaré a Z. Yu (National Laboratory for Marine Science and Technology, Qingdao, China) quien explicó los riesgos que suponen los blooms de enormes colonias de Phaeocystis globosa cuando proliferan cerca de circuitos para la toma de agua en la refrigeración de centrales nucleares.

Para eliminarlas han ensayado la deposición de arcilla modificada (cargada positivamente para atraer las células) que consigue eliminar un 70-80% de las células –y las que quedan no crecen porque quedan dañadas-.

Dicho método también lo ensayaron con éxito para limpiar un lago afectado por un bloom de cianobacterias tóxicas (Microcystis aeruginosa) durante los juegos nacionales de China en 2005.

Mini-cerebros. Autores: Thomas Hartung &David Pamies (Johns Hopkins Center for Alternatives to Animal Testing and Organome, LLC) & Paula Barreras & Carlos Pardo (Division of Neuroimmunology and Neurological Infections, Johns Hopkins Hospital). Fuente: Scientific American.

Thomas Hartung (Johns Hopkins University, Baltimore, EEUU), dio una charla plenaria sobre modelos en estudios toxicológicos. Muy interesante. Destacó la creciente concienciación sobre la limitación de los ensayos sobre modelos animales (“no somos ratas de 70 kg”), y que las líneas celulares acumulan también modificaciones genéticas y están sujetas a artefactos de cultivo.

Planteó el desarrollo de modelos virtuales que recreen la complejidad de los pacientes humanos hacia un “paciente virtual personalizado”. Modelos matemáticos que eviten ensayos reales en animales y que hagan un cribado previo para recrear los resultados “in silico”.

En ese momento habló de los “mini-cerebros”: tejidos cerebrales creados en su laboratorio a partir de células madre humanas, que muestran actividad y establecen comunicación entre sus neuronas. Un modelo prometedor para estudiar enfermedades degenerativas o los efectos de diferentes sustancias neurotóxicas tales como las biotoxinas producidas por las microalgas.

Y ahora comentaré tres charlas que me provocaron especial intriga e interés…

Bora Lee antes de desvelar su secreto!. Autor: F. Rodríguez.

La primera de ellas tiene que ver con esta misteriosa imagen. En ella una estudiante de doctorado, Bora Lee (Chonnam National University, Corea del Sur) se pregunta ¿qué es?

Se refiere al corpúsculo rojo que aparece en algunas células de dinoflagelados tóxicos del género Ostreopsis durante los muestreos naturales.

Pues dicho y hecho. Aisló corpúsculos rojos de varios individuos de Ostreopsis y amplificó mediante PCR fragmentos de genes marcadores que le permitieron identificar su naturaleza. El resultado: algas rojas. Esto demuestra que Ostreopsis es mixótrofo y puede alimentarse de dichos organismos. La cuestión es cómo…

La segunda charla presentó un descubrimiento rompedor: la producción de vesículas extracelulares en dinoflagelados a cargo de Esther Garcés (ICM-CSIC, Barcelona, España).

Esther Garcés al comienzo de su charla sobre las vesículas extracelulares. Autor: F. Rodríguez.

En 2014 Biller y col., del laboratorio de Sallie W. Chisholm, demostraban por primera vez la liberación de dichas vesículas en microorganismos marinos (cianobacterias de los géneros Prochlorococcus y Synechococcus), con presencia de proteínas que aportarían quizás una fuente de alimento a otros microorganismos.

Asimismo también establecieron que esas diminutas estructuras esféricas (100 nm) poseían ADN y ARN, así que podrían suponer un mecanismo para la transferencia de genes, etc.

Su descubrimiento en dinoflagelados por parte de Esther Garcés y col. abre un campo nuevo de estudio en las microalgas tóxicas rebosante de cuestiones acerca de su papel en la ecología y dinámica de poblaciones, incluyendo patogenicidad, resistencia a infecciones, fuente de nutrientes, evolución y adaptación al medio…quien sabe!

La tercera charla mereció los aplausos del público durante la misma: tal fue el éxito que incluso le pedimos un bis al conferenciante para que volviese a poner «ése vídeo del que todos hablan» que tanto nos impresionó.

Heterocapsa circularisquama HCLG-1 infectada por el virus HcRNAV109. Microscopio electrónico de transmisión (A) Célula sana mostrando el núcleo (N), cloroplastos (Ch) y pirenoides (Py). (B) 48 h después de la infección con viroplasma (VP) y degradación de orgánulos. (C, D) el virus HcRNAV109. Fuente: Tomaru y col. (2004).

K. Nagasaki (Kochi University, Kochi, Japón) demostró que es posible aislar manualmente! el núcleo de un dinoflagelado nocivo (Heterocapsa circularisquama) infectado por virus.

El vídeo formaba parte de un trabajo todavía sin publicar y fue uno de los revisores quien solicitó una evidencia visual sobre lo que aseguraban haber conseguido: aislar el núcleo de Heterocapsa con una micropipeta de vidrio.

Sin palabras. Solo aplausos.

Y por si fuera poco, las imágenes de microscopía de barrido que mostró K. Nagasaki con las células de Heterocapsa infectadas y el detalle de los virus fueron igualmente impactantes por su detalle y calidad. Im-pre-sio-Nantes.

Para terminar, entre los premios que se entregaron destacaré uno en particular.

Beatriz Reguera, de nuestro grupo de investigación del IEO de Vigo, recibió el premio Yasumoto que reconoce su contribución a lo largo de la carrera profesional al conocimiento sobre algas nocivas y ficotoxinas, así como los servicios prestados a la ISSHA.

Y con esta imagen de grupo al término de la conferencia les dejo. Espero que les haya interesado y aprovecho para desearles Felices Fiestas y Año Nuevo.

Nos vemos en 2019.

Referencias:

-Biller S.J. y col. Bacterial Vesicles in Marine Ecosystems. Science 343:183-186 (2014).
-Glaizal M. y col. Ciguatera contracted by French tourists in Mauritius recurs in Senegal. Clinical Toxicology 49(8):767 (2011).
-Selander E. y col. Predator lipids induce paralytic shellfish toxins in bloom-forming algae. PNAS 112(20):6395-400 (2015).
-Songhui L. Phaeocystis globosa: a giant colonial harmful species in the WESTPAC waters. WESTPAC HAB Workshop 2016. Disponible en iocwestpac.org
-Tomaru Y. y col. Isolation and characterization of two distinct types of HcRNAV, a single-stranded RNA virus infecting the bivalve-killing microalga Heterocapsa circularisquama. Aquat. Microb. Ecol. 34(3):207-218 (2004).

 

La nariz del Concorde

El Concorde voló por última vez el 26 de noviembre de 2003. Ahora sólo podemos verlo en museos como el de Le Bourget (Francia), Seattle (EEUU), ó en el aeropuerto Charles de Gaulle donde conservan un prototipo al aire libre…y donde recuerdo haberlo visto en activo una única vez.

 

Aterrizaje del último vuelo del Concorde, en Bristol (UK).
Autor: Adrian Pingstone

El Concorde era la mejor publicidad de British Airways y AirFrance. Fiable y raudo como una bala: unía París con Nueva York en 3hrs y 1/2.

Pero también era un lujo asiático deficitario: un sueño de los 60′ que se dio de bruces con la crisis del petróleo en los 70′. Aún así, en su retirada tuvo más culpa el único accidente que sufrió en 27 años.
Sucedió el 25 de julio de 2000, al despegar de París rumbo a Nueva York.

El despegue en llamas del Concorde (25/7/2000)
Autor: Toshihiko Sato, AP.

Luego se supo que en la pista quedó una pieza de titanio de un DC-10 que impactó y reventó un neumático del Concorde. Con tan mala suerte que un trozo golpeó el depósito de combustible y éste se incendió antes de despegar.

Ya en el aire se fundió el ala izquierda y se desplomó sobre un hotel en Gonesse, sin que los pilotos pudieran aterrizar de emergencia en Le Bourget.
Perecieron 113 personas (incluyendo 4 del hotel) y no hubo supervivientes.

En 2012 una sentencia judicial absolvió a Continental Airlines (propietaria del DC-10) de responsabilidad criminal, pero le condenó a pagar el 70% de las indemnizaciones.

El Tupolev 144 en Le Bourget (1975). Autor: M. Gilliand.
Fuente: Wikimedia commons.

B.A.C. y Sud-Aviation construyeron 14 unidades del Concorde. Éste tuvo en sus inicios un competidor ruso: le apodaron «Concordski» por su parecido.

Y es que la historia de los aviones supersónicos y el espionaje entre ambos fabricantes daría para un guión de película !!

El Tupolev 144, como así se llamaba, tenía mayor tamaño y velocidad, pero sólo llevó pasajeros de 1975 a 1978 debido a deficiencias propias y 2 accidentes.

Aquí vemos las «orejitas» del Concordski.
Fuente: Skyscrapercity.com

La carrera por el avión supersónico precipitó al Concordski hacia el desastre. En su interior el ruido era ensordecedor y los pasajeros separados por 2 asientos no podían ni hablar entre sí !!

El vuelo inaugural con la prensa internacional fue una verbena de alarmas y fallos de sistemas a bordo, si hacemos caso a la Wikipedia…

El Concorde tenía un morro tan alargado que había que bajarlo en las maniobras de despegue y aterrizaje para que los pilotos pudieran ver la pista. Luego durante el vuelo ya le podían enderezar la nariz…!!

En este vídeo del museo de Le Bourget pueden ver esa bajada de «nariz»…

Y dirán ustedes: ¿a qué viene tanto rollo sobre el Concorde en un blog de algas?
Tengo dos buenas razones:
1) me fascina su historia y 2) su nariz
Fuente: Chang y col. (2004)

Ajaaaá !!! La célula que recuerda a la nariz del Concorde es Karenia concordia, un dinoflagelado tóxico.
En la descripción original de 2004, Chang y col. justificaron así la etimología de su nueva especie:
«Latin name concordia refers to dorsoventrally arching cells giving it the droop-nose look of the Concord aircraft». Trad.: «el nombre latino de concordia hace referencia al arqueamiento dorsoventral de las células que recuerda al morro inclinado del avión Concorde.»

K. concordia.
Fuente: Web NIWA

Aunque de supersónica solo tiene el nombre. Chang y col. dicen que se mueve despacito en comparación a otras especies de su género…!! 

K. concordia fue aislada y descrita tras un bloom tóxico en 2002, en la isla norte de Nueva Zelanda.

Se trata de una especie productora de neurotoxinas (brevetoxinas) y junto con otras especies del género Karenia ocasionaron en 2002 la muerte a decenas de miles de peces y 8500 orejas de mar de acuicultura. Al mismo tiempo ocurrieron mareas rojas de Noctilucas que no causaron daño alguno. Fueron una víctima más, ya que se encontraron muchas Noctilucas muertas en la misma zona donde proliferaban las Karenias, mientras que en aguas sin Karenias engordaban a base de diatomeas, etc…

Además se cree que fue K. concordia la que produjo en 1993 molestias respiratorias a 180 personas que inhalaron aerosol marino durante una proliferación en esta región.
Los blooms de K. concordia se han repetido entre 2009 y 2011, pero en 2009 el motivo no fue natural: una tubería vertió aguas residuales (= a exceso de nutrientes) al puerto de Wellington durante 3 meses.

Polyprion oxygeneios. Fuente: Zoochat

En 2010 K. concordia proliferó junto a otras especies dañinas como Heterosigma akashiwo, provocando mortandades masivas de chernas en jaulas (Polyprion oxygeneios), en el centro de acuicultura del NIWA (National Institute of Water and Atmospheric Research) en Wellington.

Y precisamente allí, en Wellington, tendrá lugar del 27 al 31 de octubre de este año la XVI Conferencia Internacional sobre Fitoplancton TóxicoSe trata de la cita más importante sobre este tema y tiene lugar cada 2 años. 

En este congreso científicas y científicos de todo el mundo presentarán las últimas novedades en todo lo que incumbe al estudio de microalgas tóxicas, incluyendo el descubrimiento de nuevas especies, como lo fue Karenia concordia en su momento…!!

Referencias:
Blog de Javier Ortega Figueiral.
-Historia de la Aviación. Parragon Books, 384 pp (2007).
-Chang FH & Ryan KG. Karenia concordia sp. nov. (Gymnodiniales, Dinophyceae), a new non-thecate dinoflagellate isolated from the New Zealand northeast coast during the 2002 harmful algal bloom events. J. Phycol. 43:552-562 (2004).
-Chang FH & Mullan AB. Extended blooms of Karenia concordia and other harmful algae from 2009 to 2011 in Wellington Harbour, New Zealand. Proceedings of XV ICHA Conference.

ICHA15 (Corea, 2012)

El centro de convenciones CECO, donde se hizo la Conferencia.
Hoy toca hablar de la XV Conferencia internacional sobre fitoplancton tóxico, celebrada cada 2 años con el apoyo de la ISSHA (International Society for the Study of Harmful Algae). La primera edición tuvo lugar en Boston (EEUU) en 1974, y la última sede ha sido Changwon (Corea del Sur), entre los días 29 octubre y 2 noviembre 2012.

En ella participamos unas 500 personas de más de 40 países, tanto investigadores como estudiantes, incluido el firmante de esta entrada. El coste de la inscripción, alojamiento y viaje se financia con los proyectos de investigación, pero existe un programa de becas de la ISSHA que reduce los costes para los estudiantes.

 

La sala principal de conferencias
El calendario de actividades es intenso e incluye, aparte de las charlas, sesiones póster y reuniones de grupos de trabajo. Luego tenemos las «pausas café» y las conversaciones y reuniones informales fuera de las salas «auto-organizadas» a lo largo de los días!!

Por poner un ejemplo, en los 5 días que duró la reunión se celebraron un total de 144 conferencias, distribuidas en 31 sesiones de mañana y tarde.

Las sesiones abarcaron temáticas muy distintas, relacionadas con el control y mitigación de algas tóxicas, cambio climático, biotoxinas, diversidad genética, taxonomía, ecología, algas bentónicas, cianobacterias, y un largo etcétera…

Al comienzo de las sesiones matinales y de tarde se celebra una charla plenaria en la que un experto nos ofrece su visión sobre cada tema. Luego, los conferenciantes invitados presentan sus trabajos.
La sala principal imponía «respeto», por así decirlo…!!

El libro de actas ó proceedings de la conferencia recoge finalmente la mayoría de estudios presentados…en esta ocasión la organización se compromete a publicarlo en apenas 6 meses.

El baile de los abanicos…la organización estaba en todo !!
Autor: Patricio Díaz

 

Entre los conferenciantes y autores de pósters se conceden premios y existe un galardón especial en reconocimiento a una carrera investigadora que en esta ocasión fue para el taxónomo danés
Ojvind Moestrup. Conocer o volver a encontrar a colegas de profesión es igualmente enriquecedor e interesante desde el punto de vista del trabajo y a nivel personal.
El único «problemilla» es que las charlas se imparten en dos salas de forma simultánea. Así que tienes que elegir de antemano las charlas que te interesan consultando el programa de la reunión. Esto produce un paseo continuo de gente entre salas al final de cada conferencia.

La organización fue fantástica, la eficiencia a la hora de tener controlado hasta el más mínimo detalle, impresionante. Pongo un ejemplo: en la cena de bienvenida los asistentes contratados por la organización (con sus famosas chaquetas verdes) sujetaban  unos carteles con flechas a lo largo del camino entre el centro de conferencias y un salón anexo. Era imposible perderse.

 

Fuera del programa, tuvimos una tarde libre en la que los organizadores nos llevaron hacia la costa, en el sur. Fueron dos horas en autobús hasta Tongyeong, donde subimos a un ferry rumbo a una pequeña isla cercana. El paisaje es un archipiélago de pequeñas islas con bahías que se abren y ocultan según avanzamos, un lugar fantástico para…la acuicultura. La región está llena de jaulas de peces y cultivos de ostras en «long-line». El área que cubren estas instalaciones es enorme tal como vemos en la imagen.
Aquí vemos jaulas de peces al fondo,
fotografiadas desde el ferry

Solamente hay un problema, como no, las proliferaciones de algas tóxicas. En Corea el problema tiene nombre y apellidos: Cochlodinium polykrikoides.

Se trata de un dinoflagelado formador de cadenas. Sus proliferaciones producen mortandades masivas de peces, aunque se desconoce el mecanismo y la toxina responsable.

Para eliminar las proliferaciones de Cochlodinium y otras algas tóxicas, en Corea y Japón se emplea un método que consiste básicamente en echar arcilla al mar para destruir y hundir las células de fitoplancton. Durante el trayecto en ferry nos hicieron una demostración que consistió en lo siguiente:

Una barcaza con plataforma carga arcilla desde dos embarcaciones cercanas. En la barcaza, a golpe de manguera, iban arrojando dos personas la arcilla por la borda.

 

Por detrás, un barco bastante más grande de la policía usaba dos aspersores para acelerar la dispersión y floculación de la arcilla. En el mar pudimos ver una marea roja, pero no de algas sino de arcilla…!!
Cochlodinium y el resto del fitoplancton es arrastrado al fondo con la «nieve marina» de arcilla…pero las células son igualmente dañadas.

El inconveniente que plantea este método es su impacto medioambiental: la liberación de metales y otras sustancias en el medio marino, por no decir de las consecuencias que puede tener para el fondo echar cientos ó miles de toneladas de arcilla cada año…no imagino hacer algo parecido en las rías gallegas…!!

Pero este sistema está implantado en Japón y Corea como una herramienta estratégica para proteger los cultivos marinos, con gran éxito. Solo en 1996 las pérdidas en Corea se redujeron de 100 millones de dólares a tan solo 1 !! Otros países como China, Australia, Suecia y EEUU también han investigado los efectos de este método, aunque no lo hayan aplicado de manera oficial…!!
En resumen, y aunque suene tópico, fueron cinco días muy interesantes e inolvidables gracias a los colegas y a los organizadores de la reunión.

Una oportunidad no solo de compartir ciencia, sino también de conocer culturas y gentes lejanas…tan curiosas por conocernos como nosotros a ellos !!Para terminar algo más personal, una foto de grupo en el ferry…falta mucha gente, pero desde aquí mando saludos a todos y espero que nos veamos pronto en otra ocasión…!

De izquierda a derecha: Raffaele, Lourdes, Davide, Marc y yo.
Un buen «poupourri» de investigadores, postdocs y doctorandos
bajo las luces de neón siempre presentes everywhere…!!
Referencias:
-Kim D & Oda T. Possible factors responsible for the fish-killing mechanisms of the red tide phytoplankton, Chattonella marina and Cochlodinium polykrikoides. Coast Env. Ecosyst. East China Sea  245-268 (2010).
-Sengco MR & Anderson D.  Controlling harmful algal blooms through clay flocculation.  J. Eukaryot. Microbiol. 51: 169-172 (2004).