En esta apartada orilla no se respira mejor
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Ostreopsis sp. al microscopio óptico (4X). Autor: F. Rodríguez |
Hace apenas 10 años nadie se ocupaba en Europa de los problemas que pudiera causar un dinoflagelado bentónico llamado Ostreopsis. Hoy existen redes de vigilancia en el Mediterráneo, en Francia e Italia por ejemplo.
A finales del s.XX Ostreopsis se consideraba un género típicamente tropical ó sub-tropical, minoritario en latitudes medias. Pero en 1998 en la Toscana (Italia) sucedieron los primeros casos de bañistas con problemas respiratorios…
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Ostreopsis sp. al microscopio óptico (40X). Autor: F. Rodríguez |
Ostreopsis puede ser un problema sanitario y también ambiental. Porque cuando crece de esa forma descontrolada cubre rocas y macroalgas con una especie de mucus, formando una «telilla» marrón que perjudica a la fauna bentónica (ascidias, lapas, estrellas de mar, etc), y ha sido relacionada con mortandades masivas en erizos de mar, por ejemplo.
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Imagen de un acuario de mar en Sant Andreu de Llavaneres con una proliferación de Ostreopsis |
Por si no fuese suficiente, Ostreopsis también produce unas potentes toxinas (palitoxinas), cuyo efecto en humanos por consumo de alimentos contaminados (peces, marisco) se llama «clupeotoxismo», similar aunque más grave que la ciguatera.
En 1994, en Madagascar, la muerte de una mujer tras ingerir una simple sardina, sirvió para relacionar el clupeotoxismo con las palitoxinas de Ostreopsis. Sin embargo, las palitoxinas fueron aisladas por primera vez en una anémona en Hawaii (Palithoa toxica). Su descubrimiento se relaciona con las leyendas de los nativos en la isla de Maui, sobre venenos letales en «musgos» marinos y anémonas que untaban en sus arpones y lanzas.
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Así de marrón quedó una red después de varias horas en el agua con una proliferación de Ostreopsis en Sant Andreu de Llavaneres (agosto 2010). |
Muestreábamos durante una proliferación, y en aquellos días tuvimos los mismos síntomas de rinitis y estornudos que produce una alergia de primavera; además de que un simple corte en la piel, en contacto prolongado con el agua, terminaba en escozor e irritación cutánea.
Así que revisando el «Don Juan Tenorio» de Zorrilla…hay orillas en las que la luna más pura brilla, pero no se respira mejor…!!
Claro que Doña Inés le escuchaba en la ribera del Guadalquivir en Sevilla, donde la brisa de Ostreopsis nunca romperá el encanto del momento…!!
Referencias:
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