¿Quién me ha robado el mes de abril?
Quién me ha robado el mes de abril
Joaquín Sabina (1988)
Lo guardaba en el cajón
Donde guardo el corazón
Imagen de portada: el interior del disco «El hombre del traje gris» (Sabina, 1988)
Sepan ustedes que en Galicia nos han robado el mes de abril. Y no me refiero al confinamiento por la COVID-19. Se trata de que en la última década el afloramiento de abril es una sombra de lo que fue.

Todos los datos que citaré salen del IEO (índice de afloramiento) y del INTECMAR (cierres por toxinas y datos biológicos).
Vayamos al grano…
Una gráfica habla más que mil palabras.
A continuación tienen la media histórica del índice de afloramiento entre 1970 y 2018.
En colores señalo algunas décadas. En rojo la última. Y tanto 2019 como 2020 marcan la misma tendencia.
Es más...
El índice de afloramiento en abril de 2020 ha sido negativo: hundimiento en lugar de afloramiento. Este hecho, infrecuente entre 1967-2009 (6 veces), se ha repetido en 5 ocasiones entre 2010-2020.

Alguien nos ha robado el mes de abril y me temo que somos los principales sospechosos.
¿Esto qué significa? ¿en qué afecta a las rías? Pues ya se imaginarán que voy a hablarles del fitoplancton tóxico…
El razonamiento (simplificado) es el siguiente: los vientos de componente norte favorecen el afloramiento y la fertilización natural de las rías, intensificando la circulación positiva de las mismas. Es decir: la entrada de agua profunda, fría y rica en nutrientes, y la salida de agua superficial hacia plataforma.

Dicho fenómeno favorece una mayor turbulencia y enriquecimiento en nutrientes que estimula a su vez el crecimiento de especies de gran tamaño como las diatomeas.
La producción acuícola de Galicia se beneficia de ello y es un sector clave: las rías producen el 97% del mejillón español (50% del europeo).
Problema: que la extracción de moluscos puede verse seriamente afectada por los cierres debidos a unas pocas especies de microalgas tóxicas.
Por el contrario, los vientos de componente sur ralentizan e incluso invierten la circulación estuarina, aumentando el tiempo de residencia de las masas de agua en las rías, favoreciendo el hundimiento.
Imaginen al afloramiento como un «centrifugado de las rías» mientras que el hundimiento introduce agua superficial cálida de plataforma, «concentrando pasivamente y/o favoreciendo el desarrollo de poblaciones de dinoflagelados: el grupo de fitoplancton que concentra la mayoría de especies nocivas.
Su capacidad de movimiento les permite, a diferencia de las diatomeas, explotar ambientes estables y migrar entre la capa superior iluminada y la inferior, más rica en nutrientes.
Por tanto, si las Rías Baixas pasan de ser un sistema dominado por el afloramiento a otro dominado por el hundimiento (en promedio), dichas condiciones favorecerán una presencia mayor de dinoflagelados.

En otra entrada ya mencioné un artículo de Álvarez-Salgado y col. (2008), que relacionaba el descenso (en intensidad y duración) del afloramiento en Galicia entre 1966-2006, con el incremento en los días de cierre de explotación de mejillón en batea en las Rías Baixas.
En la década siguiente a dicho estudio el afloramiento ha aumentado en intensidad durante el verano tal y como muestra la primera gráfica ¡igualando e incluso superando los valores de la serie histórica!.
Pero en primavera han seguido los recortes retrasando el inicio de la temporada. En septiembre, curiosamente, nada cambia desde hace 50 años.
Álvarez-Salgado y col. (2008) concluían que el aumento en el tiempo de renovación del agua en las Rías Baixas por el descenso del afloramiento explicaba el 80% de incremento en los días de cierre de la explotación de mejillón en batea.
Ese descenso del afloramiento lo cuantificaron en -30% de duración y -45% de intensidad.
El fitoplancton tóxico más perjudicial para el sector acuícola gallego continúa siendo Dinophysis, con especies como D. acuminata y D. acuta, productoras de toxinas diarreicas (DSP: ácido okadaico).
En una tesis doctoral realizada en el IEO de Vigo, Patricio Díaz (hoy en la Universidad de Los Lagos, Chile) examinó la variabilidad interanual en las proliferaciones de ambas especies en las Rías Baixas.
Sus conclusiones (sobre datos de 1985-2012), fueron que no existía un aumento significativo en la frecuencia e intensidad de sus proliferaciones (Díaz y col. 2013, 2016).
Aaaamigo…pero los años han seguido pasando en este rincón gaiteiro del mundo. Y tras añadir una década de observaciones asistimos a algo distinto: un adelanto en el inicio de las proliferaciones de Dinophysis ligado, aparentemente, al retraso primaveral del afloramiento.

Las diferencias son sustanciales en función de la región que estudiemos. Para esta entrada he escogido zonas de las Rías Baixas (muy afectadas), y otras con cierres moderados o bajos (incluyendo además las Rías Altas).
Bueu, en la ría de Pontevedra, es una zona con cierres prolongados por biotoxinas: llegan a superar 6 meses al año. Pues bien, la siguiente gráfica muestra la evolución en los días de cierre entre 1998-2019: +2,3 días/año.

Puede parecer poco, pero ello supone haber pasado de unos 180 días en 1998 a casi 240 en 2019. De mantener esa progresión en veinte años sólo habrá 2 meses libres de toxinas en la zona.
La tendencia general en Galicia es neutra ó positiva (al menos en los datos que he revisado), con mucha variación geográfica. Las otras 5 zonas que he incluido en este análisis arrojan valores de entre +0,3 y +1,8 días/año de cierres.

Efectivamente, ya se habrán dado cuenta: esto es un blog y no una publicación científica. Este tema requiere de un análisis exhaustivo y una evaluación y discusión en profundidad, incluyendo más variables.
Mi intención es sólo llamar la atención sobre un hecho. La última década está consolidando una tendencia al alza en las proliferaciones tóxicas en las rías, que afectan cada vez más a la explotación de los recursos acuícolas en Galicia.

Yo mismo era incrédulo hace unos años acerca de esta tendencia, debido a las oscilaciones de larga escala y la relativa corta duración de la serie temporal de datos biológicos. Pero los datos están ahí, sobre todo en lo que respecta a las Rías Baixas.
Si este incremento está asociado a los efectos del cambio climático en Galicia, listos vamos.
Porque asistimos a un aumento gradual de temperatura y a una prolongación de los días estivales en las últimas décadas (Os tempos e o clima de Galicia).
Afundación, la obra social de ABANCA, organizó en junio un ciclo de charlas bajo el lema del «Mes de los océanos y el medio ambiente«.
Por parte del IEO participamos Montse Pérez Rodríguez, Suso Gago y yo. Pero no voy hablar de la nuestra sino de otra charla: «El mar de Galicia y el cambio climático«, por Xosé Antón Álvarez Salgado (IIM-CSIC).

Y la cito porque es una charla ideal para conocer los efectos del cambio climático en la costa gallega.
Toca todos los palos: elevación del nivel del mar y de su temperatura superficial, acidificación oceánica, registros de especies tropicales de peces, etc…y por supuesto, las proliferaciones de fitoplancton tóxico. Si les interesa pueden verla aquí.
Y ahora la pregunta del millón sobre proliferaciones tóxicas y cierres: ¿afectan mucho o poco al precio, venta y producción de mejillón?
Pues de contestar a esta cuestión se han encargado varios estudios, como Rodríguez-Rodríguez y col. (2011) y la tesis de máster de Pablo Louzao (2017).

Y la conclusión es que las proliferaciones tóxicas tienen un efecto moderado en dichos factores…
…pero no se puede establecer una correlación directa entre los cierres de los polígonos de bateas y las pérdidas económicas.
Y ello es así porque existen otras variables que también influyen en las caídas de la producción y modulan las consecuencias de los cierres por biotoxinas.
Las consecuencias finales dependen de la época del año (p.ej. si coincide con una mayor demanda y extracción), la intensidad de los episodios y la capacidad que tengan los productores de anticiparse y colocar el mejillón en el mercado antes –ó después– de que tengan lugar los cierres, suavizando así las pérdidas durante dichos periodos.

En consecuencia, la buena noticia es que a pesar del efecto creciente de las proliferaciones tóxicas en los últimos años, la producción de mejillón en Galicia no se ha resentido y continúa en unas 225.000 toneladas anuales.
La mala es este ritmo de incremento observado en las proliferaciones tóxicas.
Referencias:
- Álvarez-Salgado y col. Renewal time and the impact of harmful algal blooms on the extensive mussel raft culture of the Iberian coastal upwelling system (SW Europe). Harmful Algae 7:849–55 (2008).
- Díaz P. y col. Climate variability and oceanographic settings associated with interannual variability in the initiation of Dinophysis acuminata blooms. Marine Drugs 11:2964-2981 (2013).
- Díaz P. y col. Climate variability and Dinophysis acuta blooms in an upwelling system. Harmful Algae 53:145-159 (2016).
- Louzao P. What is the true influence of the red tide on the production, price and marketing of the Galician mussel? Master Thesis in International Fisheries Management, The Arctic University of Norway, 61 pp. (2017).
- Rodríguez-Rodríguez y col. Are red tides affecting economically the commercialization of the Galician (NW Spain) mussel farming? Marine Policy 35(2):252-257 (2011).
- Fuentes Web: INTECMAR e IEO.