Il mare sporco
Imagen de portada: mare sporco en Campania (julio 2017). Fuente: ottopagine.it
Il mare sporco se refiere a un fenómeno que sucede en las costa italiana del Mediterráneo, aunque también se observa en otras zonas del mundo como el mar del Norte o Nueva Zelanda. Si nos centramos en Italia, la intensidad y frecuencia del mare sporco (mar sucio) ha crecido en las últimas décadas, extendiéndose desde su área habitual en la Emilia Romagna (Adriático norte) hacia el mar Tirreno, Egeo y desde 2007 al de Mármara. La subida de temperatura del Mediterráneo parece explicar dicha tendencia y el aumento en la duración del mar sucio.

Zonas del Mediterráneo (y años) donde se ha observado «il mare sporco«. Fuente: Danovaro y col. (2009).
Il mare sporco es una mugre desagradable pero las apariencias engañan. La culpa no es de la contaminación. La presión antropogénica en la costa podría provocarlo e intensificarlo con vertidos que eutroficen el mar, cierto. Pero no parece ser el caso ya que sucede también en aguas pobres en nutrientes.
Todo empieza con el crecimiento del fitoplancton y la agregación de materia orgánica a partir de restos celulares y compuestos exudados al medio. A pequeña escala esa formación de mucílagos y espuma sucede en cualquier zona costera. Todos hemos visto espumas en el mar y agregados blanquecinos o amarillentos en zonas de convergencia o en la orilla de la playa. Pero a no ser que alguien tire al mar detergente a cubos, esas espumas que tan sucias parecen son apenas consecuencia de la productividad primaria (microalgas y/o macroalgas) y de la acumulación y degradación natural de compuestos orgánicos. Lo insólito es que alcancen dimensiones elefantiásicas como en el Adriático.
La primera vez que ví imágenes del mare sporco (¡sin saber ni que existía!) fue en verano de 2021 cuando los mocos (en inglés «sea snot«) se extendieron frente a Estambul, el mar Negro y el Egeo. Los vídeos e imágenes de aquel mar sucio en Turquía inundaron telediarios y webs durante varios días…

Imagen (captada por dron) del mucílago en la costa de Estambul, 5 junio 2021. Autor: Muhammed Enes Yıldırım – Anadolu Agency. Fuente: Al Jazeera.
Como decía, la zona típica es la costa adriática tanto italiana como croata (allí le llaman «cvitanje more«: mar floreciente). La primera referencia data de 1729 y las descripciones científicas llegaron a partir de 1872. Aquel año, la Gazzetta di Venezia publicó la carta de un lector, Giò Antonio Rossetti, preocupado por los daños a la pesca de una plaga importante en verano. El bueno de Giò deseaba que terminasen las condiciones favorables para la proliferación de Noctiluca miliaris (N. scintillans hoy en día) a la que responsabilizó del fenómeno. ¡¡¡Ma non era vero!!!
Días después, un Avviso del Magistrato Civico di Trieste desmentía los rumores de que los peces estuviesen envenenados por el moco marino, asegurando que su consumo era seguro. Luego, Simeone Adamo de Syrski (zoólogo y director del Museo de Historia Natural de Trieste), envió un informe al Imperial Regio Governo Marittimo di Trieste en el que atribuyó aquellas masas pastosas a la diatomea bentónica Nitzschia clostridium.
Hablando de pasta. Buscando información sobre il mare sporco descubrí que hay varias formas y algunas de ellas coinciden con tipos de pasta. Por ejemplo, los «Fiocchi» (copos <1cm), que pueden crecer hasta «Macrofiocchi» (>5cm) ¡¡mamma mía!! que asquito…o «Nastri» (cintas). Pero a diferencia de la riquísima pasta a la que se parecen, esta que se amontona en el mar no sería del gusto de nadie, a menos que seas una bacteria…
Tiene gracia la comparación con la pasta porque este moco no deja de ser masa (biomasa en este caso) «cocida» y «recocida» en un Mediterráneo que se parece cada vez más a un caldo caliente. Il mare sporco está compuesto en un 50% de carbohidratos y proteínas, mientras que en la pasta ambos suponen el 85%. El resto son lípidos y sustancias húmicas. Así pues, viene a ser como si un cocinero llenase la olla de fiocchi y los dejase días en agua caliente. Solo que en vez de pasta se trata sobre todo de dinoflagelados y diatomeas. Luego vamos con ellos, pero antes…
¿Cómo se forma il mare sporco?
En 1932 la revista Nature publicó una nota titulada «The origin of mare sporco» resumiendo un estudio del Dr. Vito Zanon en el golfo de Fiume. En él, explicaban que según Zanon no tiene nada que ver con las mareas rojas sino con diatomeas bentónicas que proliferan formando masas gelatinosas que ascienden a la superficie cuando sube la temperatura y descienden con el frío. Il mare sporco perjudicaba a la pesca porque los mocos atascaban e incluso rompían las redes por el peso acumulado, pudiendo durar hasta una semana…
La hipótesis de su formación en el fondo se ha demostrado equivocada en las últimas décadas. Todo sucede en la columna de agua. Los agregados más pequeños, como los fiocchi, se observan todo el año tras el crecimiento periódico del fitoplancton y los más grandes aparecen en primavera y verano. Su formación es subsuperficial, en la zona de estabilidad a varios metros de profundidad que delimita las aguas costeras (de menor salinidad) y las marinas. Los aportes fluviales del río Po y toda la zona norte del Adriático hasta la península de Istria en Croacia dan como resultado unas condiciones oceanográficas adecuadas (mar cerrado y poco profundo, <50 m) para el crecimiento del fitoplancton y la acumulación de mucílagos. Seguro que muchos les conoceréis por otro nombre: nieve marina.

Relación entre la presencia de mucílago en el Mediterráneo y el aumento de temperatura en las últimas décadas (anomalías térmicas) en (A) base anual y (B) base decenal. Fuente: Danovaro y col. (2009).
¿Qué organismos producen il mare sporco?
Desde 1872 se culpa a las diatomeas. Son varias las especies que colonizan los mucílagos sospechosas también de contribuir a ellos exudando polisacáridos. Entre otras mocosas sospechosas tenemos a Cylindrotheca closterium, Nitzschia (N. closterium, N. delicatissima), Chaetoceros (C. fragilis, C. affinis, C. insignis), Skeletonema costatum, Thalasiossira sp. La presencia de diatomeas suele ser importante en los agregados, pero según el año las especies varían.
Los dinoflagelados también juegan un papel importante y desde 1900 se les considera responsables del mare sporco junto a las diatomeas. Al menos en la Emilia Romagna se ha encontrado que las proliferaciones de Gonyaulax fragilis (que como su nombre indica es un poco flojucho) alcanzan densidades típicas de mareas rojas (1 millón de células/litro) y son responsables de la formación inicial de mucílagos, que a medida que envejecen van colonizando las diatomeas. En Nueva Zelanda el «dirty sea» se relacionaba con Gonyaulax hyalina pero en 2018 un trabajo de Escalera y col. confirmó que se trataba de otro nombre para la misma especie: G. fragilis.

Gonyaulax fragilis. Las imágenes 6 y 8 son del Tirreno; 7 y 9 del Adriático. Fuente: Escalera y col. (2018)
¿Qué consecuencias tiene il mare sporco?
No es peligroso ni tóxico para las personas, aunque en teoría podría transportar y acumular patógenos o toxinas. Los raros casos de urticaria por contacto parecen relacionados con medusas atrapadas en los mocos. Los perjuicios al turismo son evidentes: a nadie le apetece bañarse ni visitar un mare sporco. Para evitar alarmas o exageraciones sin fundamento las autoridades se han volcado en informar sobre la naturaleza del fenómeno.
En cuanto a la pesca, antiguamente las redes eran propensas a los daños y el mar sucio podía reducir mucho las capturas. Hoy en día los mucílagos siguen siendo un problema, pero no afectan a todos los recursos por igual y el daño oscila mucho según la intensidad del fenómeno y la distribución de los agregados en suspensión. Además, il mare sporco ha coincidido en décadas recientes con períodos de veda amortiguando su impacto económico. Hasta parece favorecer capturas de recursos como langostinos, camarones mantis y vieiras (quizás por una mayor exposición que les obliga a desplazarse por el fondo y así evitar los mucílagos).
Il mare sporco es producto de las condiciones oceanográficas, el clima y los seres vivos que habitan en el Adriático, en este caso las microalgas. Las gentes de la región conviven con él desde antiguo. Los ciclos naturales (y me atrevo a decir que los del mar en particular), producen reflexión, evocación y admiración. Tejen nuestra relación con el mundo y la sociedad, incluso en este caso. Así, il mare sporco inspiró una composición instrumental del músico Marco Mingardi con la que cierro la entrada de hoy. Porque por sporco que sea el mar siempre es sugerente. Y a la belleza y a la música se llega por muchos caminos…
Agradecimientos: a Laura Escalera por ponerme sobre la pista del mare sporco.
Referencias:
- Danovaro R. y col. Climate Change and the Potential Spreading of Marine Mucilage and Microbial Pathogens in the Mediterranean Sea. PlosOne
- Escalera L. y col. Gonyaulax hyalina and Gonyaulax fragilis (Dinoflagellata), two names associated with ‘mare sporco’, indicate the same species. Phycologia 57(4): 453-464. (2018).
- ICRAM. Le mucillagini nell’Adriatico e nel Tirreno. 110 pp. (2005).
- Manganelli M. & Funari E. Le mucillagini nel mar adriatico: ruolo dei possibili agenti causali e dei fattori ambientali. Ann. Ist. Super. Sanità, 39(1):77-95. (2003).
- Pasquariello D. Tendenza evolutiva degli aggregati mucillaginosi nell’Adriatico nord-occidentale. Corso di Laurea Magistrale in BIOLOGIA MARINA. 72 pp. (2012).
- Pompei M. y col. Correlation between the presence of Gonyaulax fragilis (Dinophyceae) and the mucilage phenomena of the Emilia-Romagna coast (northern Adriatic Sea). Harmful algae, 2 (4): 301-316. (2003).
- The origin of mare sporco. Nature 3261, vol. 129. (1932).